El tema único es lo que tiene que cuando se practica se llega a un dominio casi total del mismo; esta reflexión podríamos aplicarla a la autora, Pilar Palacios, que nos visitó el pasado 26 de marzo en nuestra sección de “Area Reservada” y que fruto de una experiencia personal proveniente de una discapacidad auditiva, según relató, se acercó a la fotografía llegando a disfrutar verdaderamente de la misma; con un sistema artesanal de iluminación y un fondo plástico blanco realiza unas tomas sobre sujetos, preferentemente flores, que trata en edición “a posteriori” con filtros de varios tipos y texturas extraidas del gran mercado que es Internet.

Pilar Palacios

De esta forma realiza unos bodegones de aspecto suave y muy agradables para ser observados, con adición de texturas como hemos comentado, dando, en mi opinión, mas importancia a la edición que a la toma, si a esto sumamos que frecuentemente hace uso del “macro”, nos damos cuenta que de cualquier objeto cotidiano obtiene unos resultados espectaculares.

Nos empezó relatando Pilar su experiencia personal, condicionada fuertemente por su hipoacusia que le hace vivir en, como ella comentó, en “distacias cortas” en contrando en el ordenador una fuente de distracción y trabajo con sus bodegones; con un poder de comunicación muy elevado, la verdad es que cautivó al numeroso personal que asistió al evento que quedó prendado de sus explicaciones y de su trabajo fotográfico, siendo el posterior coloquio testigo de esta afirmación, aunque el que esto escribe no pudo disfrutarlo por motivos de índole familiar.

Con el típico vino&patatas finalizó la extraordinaria sesión, que ha decir verdad se hizo corta.

Y en una cosa estamos en desacuerdo Pilar, yo como estética prefiero “las calas”.

J.J.

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