Como ya preveíamos, esta salida iba a ser especial, por lo complicado del trayecto. Y efectivamente, así fue.

Nos animamos 13 socios, y nos dirigimos a Jaizkibel alegres y contentos con la ilusión de fotografiar esas rocas y esos colores tan magníficos que hay por ahí. El camino era duro, mucha pendiente y los helechos estaban bastante altos. Parecía que estuviésemos por las selvas colombianas… Pero allí íbamos, adelante, nada frenaba nuestra ilusión. Al final llegamos a las rocas, e hicimos un pequeño descanso.

Jaizkibel (15)

Desde allí fuimos acercándonos a la zona elegida para fotografiar, pero todavía quedaba un buen rato, y el calor y el cansancio empezaban a acusarse. De hecho, 3 de los participantes optaron por abandonar la expedición. Así que les despedimos con pena, pero creo que es sensato no forzar demasiado las fuerzas.

Y seguimos adelante consiguiendo nuestro objetivo. Nos fuimos dispersando por el lugar, y cada uno elegía su choco a fotografiar. Unos más detalle, otros más panorámica… el entorno es precioso. Cuesta bajar, pero es espectacular. Estuvimos un par de horas, que aprovechamos para comer, beber, y coger fuerzas, y avanzamos un poco más hasta una zona donde hay unas rocas abovedadas con unas formas muy curiosas.

Y de ahí, decidimos dar por terminado el día; pero… todavía nos quedaba lo peor, algo que sabíamos que teníamos que hacer, pero se nos hizo eterno… subir hasta donde habíamos dejado los coches.

Jaizkibel (19)

Empezaba a hacer mucho calor, nos quedamos casi sin agua, y sin fuerzas, y con alguna herida. Pero había que llegar. Cinco de nosotros, se adelantaron y el resto les seguíamos a duras penas. Ya sin nada de agua, encontramos un riachuelo, del cual no podíamos beber porque hay muchos animales por la zona y puede que no sea buena para su consumo. Así que llenamos nuestras botellas, y por lo menos nos la íbamos echando por encima para refrescarnos.

Jaizkibel (16)

Y un poco antes de llegar al final, vemos como los que habían llegado primero bajaban a nuestro encuentro con botellas de agua fresquita, que habían comprado para nosotros… se lo agradeceremos eternamente.

A partir de ahí, ya nos encontramos mejor, y llegamos a buen “puerto”; un chiringuito donde nos tomamos unas cervezas y comentamos las vicisitudes del día.

Por lo menos vinimos cargados de buenas fotos y contentos. Una vez más, fomentamos la amistad y el compañerismo. Eso sí, con agujetas hasta en las pestañas…..

Jaizkibel (9)

Bueno, que no se asuste nadie, que prometemos que la siguiente la haremos “apta para todos los públicos”. Así que estad preparados.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *