KDD Artikutza (Crónica).

Al final, tras varios cambios de fecha, horarios, etc, … el sábado 29 de noviembre, hicimos la duodécima salida de este año.

Hemos conseguido, tal y como nos propusimos al comenzar el 2.014, dar continuidad y regularidad a esta actividad tan interesante e instructiva para todos los socios y simpatizantes de la S.F.G.

En esta ocasión, el destino era Artikutza, ese mágico y peculiar paraje tan cercano y tan desconocido para muchos de nosotros.

Como aliciente, estaba el poder compartir la experiencia con un grupo de fotógrafos de Sagunto (Valencia) y disfrutar de la sabiduría y simpatía de Juan Goñi (“Mírame Navarra, al natural” en Facebook).

También tuvimos la compañía de un experto fotógrafo conocedor del lugar, Isidro Etxeberria, de otros dos compañeros del Baztan y otro de Durango que ya participó con nosotros en la pasada salida a tierras riojanas. En total sumamos treinta y siete, una buena cifra (el récord por ahora).

La meteorología, lo sabíamos, no iba a sernos propicia. La lluvia hizo su aparición desde el momento en que nos reuníamos en el parking de Eskas (casa del guarda) y ya no nos dejó en ningún momento, pero íbamos preparados. Botas, impermeables, gorros, paraguas y voluntad para desafiar al aguacero

Sin más demora comenzamos a introducirnos en este precioso parque natural. Durante el paseo, unos 6 kilómetros, prácticamente todo bajada, pudimos disfrutar de lo que el bosque y la naturaleza nos ofrecían, su paz y su belleza.

Una vez llegados al barrio propiamente de Artikutza, nos hicimos la correspondiente foto de familia y después un par de furgonetas nos devolvieron al parking, donde habían quedado nuestros coches.

De ahí nos trasladamos a Usurbil, concretamente a la sidrería “Arratzain”, donde dejamos el pabellón tan alto como correspondía. Buena comida, muy buena sidra y un inmejorable ambiente: canturriadas en euskera y valenciá, jotas navarricas incluídas, chistes, preciosas narraciones y como colofón, una muy interesante explicación del proceso de elaboración de la sidra natural.

En el momento de la despedida, besos, abrazos y hasta alguna lagrimilla furtiva y emocionada, signo, todos ellos, de cómo basta una jornada de naturaleza, agua, árboles y una preciosa afición, como es la Fotografía, para crear lazos de amistad y cariño entre las personas de buen corazón.

Buscaremos ocasiones para repetir, no tengáis ninguna duda. Nos ha sabido a poco.

Gracias a todos los asistentes a esta quedada tan especial.

Pili y Natxo