ORREAGA / RONCESVALLES (Navarra). Lugar de quietud, sosiego, parada y refugio de peregrinos, inicio del camino de Santiago… Excepto en fechas señaladas, como la Semana Santa: turistas que llegan en autobuses irrumpiendo en la habitualmente tranquila iglesia fotografiando todo: «qué bonica aquesta Mare de Deu», «qué maca la vidrera»… Ruido. Cámaras pequeñas, grandes, medianas, móviles… Todos quieren llevarse el recuerdo gráfico de la Virgen de Roncesvalles… Es Viernes Santo pero la calma sólo se recupera cuando desaparecen los turistas y una joven se santigua ante el Cristo del altar lateral.

txaro barinaga-rementeria

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